Ford es una de las marcas con más historia en México. Desde sus inicios, a principios del siglo XX, ha sido clave en el desarrollo industrial y económico del país. Hoy cuenta con seis plantas en diferentes puntos del territorio nacional, aunque fueron 3 los complejos que marcaron el inicio de una era en México. Conoce la historia de las primeras plantas de Ford en México.
En agosto de 1926 –un año después de que Ford iniciara operaciones México– el país se encontraba en una etapa de ‘volatilidad’, ya que el reciente periodo de Revolución aún dejaba cierta inestabilidad, sin embargo, el país tenía un gran futuro por delante y, además, el talento y capacidad de los trabajadores y técnicos mexicanos ofrecía un lugar de muchas oportunidades.
Siendo la industria automotriz nueva en el territorio nacional, los técnicos mexicanos aprendieron directamente de trabajadores de Ford de Detroit, que viajaron a la Ciudad de México para enseñar sobre manufactura de automóviles.
El asombroso ritmo de producción y crecimiento de Ford San Lázaro generó la necesidad de expandirse y aprovechar el talento de los trabajadores mexicanos y, en 1929, tan sólo 3 años después de inaugurarse el complejo de San Lázaro, inició operaciones Ford La Villa, planta diseñada por el arquitecto industrial Albert Kahn, quien perfeccionó la funcionalidad de sus áreas productivas alineado al lujo y gran experiencia de la sala de ventas. El ritmo de producción era de 100 vehículos diaros, por lo que en menos de 10 años se produjeron cerca de 42,000 vehículos.
La industria automotriz mexicana estaba en plena expansión, pero fue en 1962 que tuvo un momento clave en términos de autopartes. Ford adquirió la planta de Studebaker y la adaptó en tiempo récord; la llamó Planta de Operaciones de Exportación. Esta fábrica nació por la necesidad de aumentar la proporción de componentes nacionales de los automóviles.
Esta planta funcionó como un centro de diseño y fabricación de herramientas que se usaban en las plantas de ensamble nacionales y extranjeras. De manufactura 100% mexicana, producía monoblocks, chumaceras, cabezas de cilindro, cubiertas de embrague y, sobre todo, herramientas de precisión para el ensamblado de carrocerías. Aunque pequeña y efímera, tuvo un gran impacto en el impulso de la industria de las autopartes en el país.
¿Sabías que la planta de Cuautitlán Izcalli comenzó como una planta de motores? Empezó produciendo motores V6 y V8, para después ensamblar camiones F-150 y F-250. La mayor parte de su vida se concentró en crear estos vehículos pesados, hasta que en 1984 se añadió Ford Mustang y Topaz a su línea de ensamblaje.
Otros vehículos emblemáticos que salieron de este sitio fueron:
Desde 2020, la planta Ford Cuautitlán Izcalli, es responsable de la producción de Ford Mustang Mach-E, el primer vehículo 100% eléctrico de producción masiva hecho en México que se exporta a más de 41 países.
En los años 80, la planta Ford Cuautitlán necesitaba una expansión para aprovechar la exportación a gran escala que representaba la incorporación al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GAAT, por sus siglas en inglés). Fue así como surgió la Planta I en Chihuaha, requiriendo de ingenieros de Dearborn para su producción, en 1983. La planta II, dedicada a la producción de motores diésel comenzó operaciones en 2009, mientras que la planta III arrancó en 2018 con la producción de motores de gasolina de 3 cilindros de 1.5 litros.
En 1983 iniciaría operaciones la Planta de Ford en Hermosillo, Sonora, que gracias a su ubicación geográfica, reduciría los costos de transporte de materias primas y producto terminado. Además, esta planta permitiría desarrollar la oferta de instituciones educativas que prepararían al personal de esta planta, que arrancó con la producción de Mercury Tracer.
En 2010, Ford y Getrag establecieron una colaboración empresarial para fabricar transmisiones en Irapuato. Esta asociación se mantuvo hasta 2017, año en que Ford adquirió la planta en su totalidad. Al poco tiempo la planta se transformó para desarrollar motores eléctricos y hoy se encarga de la Unidad Motriz Primaria para Ford Mustang Mach-E.
A lo largo de 100 Años, Ford de México ha demostrado ser una de las automotrices más importantes e influyentes y, gracias al talento, experiencia, habilidad y altos estándares de calidad de técnicos mexicanos, se ha posicionado como uno de los países más fuertes e importantes para Ford en el mundo. Aunque las primeras plantas dejaron de existir, su legado y herencia técnica vive en las que hoy continúan sus operaciones: dos de ensamble, en Cuautitlán y Hermosillo; tres de motores en Chihuahua, y otra en Irapuato. Actualmente cada una es sinónimo de calidad y ejemplo de cómo Ford continúa fortaleciéndose al apostar por el talento mexicano.
*Texto basado en el libro del centenario de Ford de México: José Luis Trueba Lara, Ford de México, 1925-2025 (El Equilibrista, México, 2025)