Con la llegada de Vehículos de Motor a México, también comenzó una de las actividades principales en las ciudades: el Transporte. Ford fue factor fundamental para desarrollar las bases de la Movilidad en el país con los primeros Vehículos de Transporte Público.
En 1903, los primeros vehículos a combustión cruzaban las calles de la Ciudad de México. Ford formó parte importante de esta transición, gracias a la Capacidad del Modelo T que permitía utilizarlo para diversas tareas, entre ellas, el Transporte. El éxito fue tal, que para finales de ese año, México ya era el tercer mercado automotriz más grande de Norteamérica, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Cabe destacar que Ford de México, sería de los pocos países que fabricaría el Modelo T a lo largo de la historia.
Con esta notoriedad, comenzaron a surgir los primeros oficios exclusivamente dedicados al transporte, como los choferes; personas que no sólo manejaban los vehículos, también sabían de mecánica, mantenimiento e incluso recibían consejos de salud que sugerían dietas especiales para sobrellevar las duras jornadas.
Pronto, la ciudad necesitó de regulaciones y guías para una mejor convivencia en la sociedad mexicana de principios de siglo, lanzándose el primer reglamento de tránsito en 1903, un conjunto de reglas y códigos que llegaban a exigir “prudencia, sangre fría, buen pulso y sentido de la vista” para quienes manejaban los primeros vehículos.
Pocos años después, Ford dio un paso más allá en la movilidad particular, convirtiéndose en el pionero del transporte público. En 1906, los famosos Modelo T de Ford (después conocidos como “Fordcitos” o “Fotingos”) debutaron como taxis, Vehículos de Transporte que aunque no eran baratos, eran usados por la clase media para recorrer la ciudad. Pronto, la fama de durabilidad y su sorprendente velocidad de hasta 70 km/h originó la preferencia hacia los Fordcitos.
En 1916, un evento marcaría un parteaguas en la forma en la que operaba el transporte público hasta entonces. Luego de una huelga que paralizaría la movilidad y con la urgencia y necesidad de transportarse, los dueños de Fotingos adaptaron lonas, láminas y tablas para convertir sus unidades en camiones de pasajeros improvisados. Aquella solución casera se volvió indispensable a tal grado que el gobierno reglamentó rutas y tarifas. De esta manera, Ford comenzó a ofrecer camiones más especializados brindando vehículos capaces y tecnología a una nación, sentando las bases de un sistema de transporte público más organizado.
Ford ha sido protagonista de cada paso en la evolución de la movilidad en México: desde los primeros motores que desafiaron caminos inexplorados, hasta la creación de taxis y camiones de pasajeros que industriales y ciudadanos moldearon con su ingenio.
Más de un siglo después, el compromiso de Ford México sigue intacto: ofrecer tecnología y diseño que respondan a las necesidades reales de cada conductor. Porque, al final, el automóvil no es sólo una máquina, es parte de la manera en que exploramos el mundo.
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