El octanaje del combustible es una de las características más importantes al momento de llenar nuestro tanque de gasolina, pues hará que el motor funcione de forma más eficiente.
Cabe destacar que uno de los conceptos más importantes para entender el octanaje es la compresión, una de las etapas en el proceso de combustión de un motor en la que el pistón empuja hacia arriba, compactando el combustible. La relación de compresión es el indicador de qué tanto puede presionarse la gasolina antes de que haga explosión.
Una gasolina con poco octanaje implica que hace explosión con poca compresión en el pistón. Por ejemplo, un motor que funciona con diésel es muy explosivo, por lo tanto, no precisa bujías para hacer la explosión, basta con presionarlo lo suficiente. Por otro lado, un combustible con alto octanaje requiere mucha presión del pistón para hacerlo explotar.
La gasolina que alimenta la mayoría de los motores en la actualidad es derivada del petróleo. Cuando se extrae el petróleo crudo es preciso refinarlo para su utilización como combustible. El resultado de este proceso son los hidrocarburos, un compuesto químico de hidrógeno y carbono.
Existen diferentes tipos de hidrocarburos debido a sus características y usos: el metano, contiene un solo átomo de carbono, el propano presenta tres átomos de carbono, butano cuatro, pentano cinco y así sucesivamente. De esta forma, el octano contiene ocho átomos de carbono.
La razón por la que se utiliza el octano para el combustible en un vehículo es debido, precisamente, a su capacidad de compresión. Mientras que el heptano explota con poca presión (lo que lo vuelve inmanejable), el octano puede ser comprimido establemente, como en el caso de los motores de alto desempeño.
Para saber qué tipo de combustible es el óptimo para un motor, recuerda siempre consultar el manual del Auto, SUV o Camión Ford.