La historia del automóvil se escribe desde hace más de 100 años y, sin lugar a duda, Ford Motor Company ha contribuido en gran parte de lo que conocemos ahora como industria automotriz. Desde sentar las bases en la producción en serie con el Modelo T, hasta la creación de una de las identidades más reconocidas a nivel mundial: el logo Ford con el característico óvalo.
Sin embargo, este emblemático logotipo no siempre fue así.
En 1903, C. Harold Willis, ingeniero de la marca y asociado de Henry Ford, diseñó el primer logotipo de trazos en sintonía con el estilo de la época: el nombre en el centro con letras condensadas, rodeado por un óvalo de remates y decoraciones. Mostraba, además, la ciudad de origen: Detroit, Michigan.
En 1906, el logo mostró un cambio mayor. Se sustituyó Ford Motor Company por simplemente Ford, con trazos elegantes y estilizados en letras cursivas. El impacto era tal, que se utilizaba en la parrilla de los Ford Modelo T, permitiendo a las personas reconocerlo fácilmente.
En 1912, se propuso un cambio significativo. Además de las letras, se agregaron alas sobre una base triangular, añadiendo la leyenda “The Universal Car”, un logotipo que duraría poco.
Años más tarde, se sentaron las bases del logo como lo conocemos en la actualidad. Las emblemáticas letras cursivas se complementaron con un óvalo alrededor en color negro. Este cambio brindaría gran reconocimiento mundial. En 1927, nació lo que conocemos hoy como ‘El Óvalo Azul’. Un grupo de diseñadores sustituiría el color negro, por el color Royal Blue que en conjunto, de acuerdo con expertos en diseño, apelaba a la confiabilidad y autoridad de Ford.
El logotipo fue tan bien diseñado y aplicado, que duraría más de 30 años prácticamente sin mayores alteraciones.
En la década de 1970, se cambiaron ligeramente los colores y se añadirían líneas ‘cromadas’ en el contorno del óvalo.
En 2003 se cambió el color para dar paso a un azul degradado, manteniendo la icónica tipografía.
En 2018, se modernizó brindándole una apriencia más dinámica con colores sólidos al emblemático óvalo azul.
Aunque se hicieron propuestas para modernizarla, las emblemáticas letras cursivas perduran hasta nuestros días, siendo sinónimo del poder y confiabilidad de los Autos, SUV, Camiones y Deportivos Ford.