En el Día del Padre, Papás e Hijos cuentan por qué son Parte de la Gran Familia Ford
La colaboración y camaradería son valores que siempre están presentes al interior de la comunidad Ford, pero ¿Qué sucede cuando nuestros integrantes son padres e hijos? Estos son algunos testimonios de familias Ford que, en el Día del Padre, celebramos más que nunca.
Felipe, tres generaciones nacidas fuertes
Mi nombre es Felipe. En mi caso, no sólo mi papá trabajó en Ford, también el papá de mi papá: mi abuelo.
Tres generaciones, y lo que viene
Mi abuelo se llamaba Nicolás Sanchez Vega, él trabajó en La Villa. Desconozco el tiempo que laboró ahí, pero estuvo la mayor parte del tiempo en POE haciendo herramientas. De sus seis hijos, cuatro trabajaron en Ford (incluyendo a mi papá).
Mi papá es José Sánchez Reyes y trabajó 22 años en esta compañía. Él inició en la planta de La Villa y después en Cuautitlán. Me cuenta que su paso por Ford fue en muchas áreas: cocina, pintura, carrocerías, ensamble, mantenimiento y Predelivery, cuando hacían los camiones H215, F350 y F450.
Desde niño sabía que tenía que trabajar para Ford, si toda mi familia lo hizo, ¡por supuesto que yo quería seguir la tradición! Ahora llevo 11 años como empleado en el área de PD chasis. No sé si la historia continúe con mi hija, pero quizá así sea.
El orgullo inspira a Llegar más Lejos
Rafael Sánchez es el orgulloso padre de Rafael y Ernesto. Su historia es de lucha, perseverancia y superación personal.
Inició su carrera en 1988 y Ford lo becó para estudiar Ingeniería Industrial y luego inglés. Actualmente, es VOME Body Construction, y dos de sus hijos trabajan en la compañía, ambos se desempeñan como Process Coach.
“Las reglas en casa incluían una política de tener sólo autos Ford. Recuerdo las palabras de mi papá cuando entré a trabajar a Ford y estaba ahorrando para mi primer carro: “Si te compras un carro que no sea Ford, no te estacionas en esta casa.”
“De chico veía cómo mi papá traía su radio del trabajo y yo soñaba con tener un radio igual que él y portar la Camisa Azul Ford: hoy es una realidad. Ha sido mi ejemplo a seguir, pues es muy trabajador y responsable. Estoy muy orgulloso de mi papá.”
Además, Rafael y Ernesto son egresados de la Escuela Primaria Ford 142-1 y fueron parte de muchos programas como Ford Pride, Estudiante Distinguido y Open House.
Una historia de éxito que forja los sueños
“Mi papá fue el primer Gerente de Estimación de Costos en 1963”
Víctor Baez-Camargo
GST Buyer
Ciudad de México
Trabajó en Ford desde 1963 hasta 1979 y fue el primer Gerente de lo que ahora se conoce como Estimación de Costos (entonces denominado Análisis de Compras) en el departamento de Compras.
Esta área fue fundada para entender los costos y asegurar el óptimo precio de las partes compradas en México a raíz del Decreto de La Industria Automotriz de aquellos tiempos que también llevó a la creación de las plantas de Fundición y Motores de Cuautitlán. “Él estaba en las oficinas generales de Reforma 333 frente al Ángel de la Independencia.”
“Mi papá siempre ha sido el mejor ejemplo a seguir”
Alejandra Munguia
Material Flow Engineer
Ciudad de México
“Mi papá es Saulo Munguía Monroy, trabaja en PD en las oficinas de Santa Fe y yo pertenezco al área de MP&L Staff también en Santa Fe. Él lleva 30 años trabajando en Ford, y su ejemplo me llevó a trabajar en esta empresa. Me gusta mucho que podamos compartir y platicar sobre nuestro trabajo. Él me ha dado los mejores consejos para crecer personal y profesionalmente.”
“Desde que nací tengo a Ford a mi alrededor…”
Yanahaira Velázquez
Process Coach Production
Hermosillo
Mi nombre es Yanahaira Velázquez y tengo tres años trabajando aquí, pero desde que nací tengo Ford a mi alrededor.
Mi papá, héroe y ejemplo, se llama Salvador Velázquez una persona muy trabajadora que se desarrolla como Líder de Equipo en Reparaciones de Ensamble Final, quien con 28 años de experiencia se ha encargado de permear en mí y mi familia el compromiso, la pasión y la disciplina con la que desarrolla su función.
De pequeña era muy común que preguntara “¿por qué trabajaba tanto?”, algunas veces lo sentía ausente, contestando llamadas a destiempos, trabajando sábados, domingos o días festivos. Cuando llegué aquí pude entenderlo todo y sentirme aun más orgullosa de él.
Con todo y su trabajo, nunca dejó de ser papá: el papá divertido con alma de niño. Mi mamá pregunta “¿cómo es que en Planta es tan serio y en casa es el niño más grande de la familia?”, le gusta practicar deportes por diversión, jugar Nintendo y comer pastel.
No existe día que transcurra sin que al menos una persona me pregunte por él, escuche un comentario donde él tenga algo que ver, alguna referencia del pasado y eso me hace feliz, y a la vez me pone un reto porque tengo unos zapatos muy grandes que seguir y llenar: los de él… Si lo describen como un excelente empleado, siendo su viva imagen (porque me parezco mucho a él) no puedo permitirme ser menos que eso.
“Él es mi héroe…”
Fernando Campos
PTIM Engineer
Ciudad de México
Mi héroe, Mario Campos Huichán, trabajó en Ford por 22 años en Desarrollo del Producto en Cuautitlán de 1965 a 1987. Conocido como “El Chino” entre sus compañeros, aprendió a manejar en la pista de pruebas. A lo largo de sus años en Ford logró hacer grandes amigos que hasta el día de hoy lo recuerdan con gran cariño y afecto.
Me enseñó lealtad y cariño por el óvalo azul, me enseñó a trabajar todos los días y a disfrutar lo que hacemos. Siempre hemos tenido carros Ford en la familia. Desde niño quise trabajar donde mi papá, así que 25 años después de que dejó la compañía, yo entré a trabajar a Ford con el mismo cariño y lealtad a la marca que por tantos años nos ha acompañado, brindado amistades y aprendizaje.
De niño crecí siempre con la idea de que los autos Ford eran los mejores de todos…
Raúl Ruíz
FCSD Buyer
Ciudad de México
En el año 1953, mi papá el Sr. Héctor Ruíz Serna, entró a laborar en Ford en la planta de La Villa, trabajó en el área de Abastecimiento de Refacciones durante toda su carrera en Ford. Siempre decía que Ford era una gran empresa en la que trabajaba muy a gusto.
Nací en 1962 y a lo largo de toda mi vida he sido parte de la Gran Familia Ford. De niño crecí siempre con la idea de que los autos Ford eran los mejores, incluso en la escuela, cuando hacía tareas relacionadas con marcas, logotipos o productos siempre tuve el estandarte Ford y la información necesaria gracias a mi papá.
Él trabajó 32 años aquí, de 1953 a 1985, y se retiró con un plan muy bueno para su época. Junto con él se retiraron más de 20 empleados que tenían 30 años o más laborando para nuestra compañía. Ahora tiene 85 años de edad y hasta la fecha, en reuniones familiares, no puede faltar la plática relacionada con Ford. Yo ya cumplí 26 años en Ford y pienso en que me gustaría igualar o tal vez sobrepasar los años que mi papá duró aquí, pues como él siempre dice: “los que trabajamos en Ford somos personas afortunadas en muchos sentidos”.
Rogelio Luna
MP & L Supervisor
Ciudad de México
Me inspira a hacer lo mismo que él y el tiempo que esté aquí, dejar una huella en esta gran organización…
Rogelio Luna o como le decían: el Lic. Luna o Roger trabajó en esta organización durante 36 años con grandes anécdotas en Cuautitlán, Reforma y Santa Fe. Así que desde que nací he sido Ford y siempre tuvimos autos de la compañía.
Alguna vez me preguntaron que quería ser de grande y solo dije: “Quiero trabajar en Ford”. Hoy llevo ocho años dentro de la compañía y 10 años en la Industria Automotriz. Puedo decir que tanto el ejemplo como el legado que dejó aquí me inspiran a dejar huella en esta gran organización. Es un orgullo ser Roger Luna Jr. en esta empresa.
Adriana Parra
Recursos Humanos
Ciudad de México
Una de las enseñanzas más grandes que he recibido de mi papá es el esfuerzo en lo que haces y valorar lo que tienes.
Mi héroe sin capa, el cual fue un motor para trabajar en Ford y el que sigue inspirando mi vida a diario es mi papá; él se llama Rodrigo y tiene un taller mecánico desde hace 17 años.
Inició su taller a raíz de un auto-lavado, donde trabajó varios años y del cual tomó inspiración para dedicar su vida a los automóviles. Lo que más disfruta es trabajar, conocer de autos e involucrarse en actividades relacionadas con las carreras, fórmula 1, exposiciones y compra-venta de autos.
Me ha enseñado a esforzarme y valorar lo que tengo; por eso, es una de las inspiraciones más grandes para hacer mi trabajo con pasión, de él aprendo todas las cosas mecánicas y de ingeniería automotriz que necesito saber para mantener mi coche en las mejores condiciones y, por supuesto, para ser un agente de cambio en mi país. Sin duda, gracias a mi padre me encuentro aquí, disfrutando de mi trabajo dentro de la gran industria automotriz.
Jorge Ortega
Test Engineer
Ciudad de México
Mi papá y mi abuelo son los responsables de mi pasión por la marca.
Mi historia con Ford trasciende más allá de dos generaciones y aunque mi papá y abuelo no tuvieron la oportunidad de trabajar aquí, son los responsables de mi pasión por la marca. Mi abuelo, gran entusiasta de los Ford, por su fiabilidad y rapidez, era fan de los ocho cilindros y tuvo autos como el Galaxie 500 V8, F100 V8 4X4, F350 y el Fiesta Europeo, entre los más relevantes, él nos transmitió esa emoción a mi papá y luego a mí, a tal grado que nos dedicamos a restaurar su Galaxie 500.
De la misma forma, cuando estaba buscando opciones de trabajo, surgió la oportunidad de entrar a Ford como trainee en 2009 y desde ese momento no he dejado de trabajar para esta empresa y, así como mi abuelo, solo he tenido y seguiré teniendo autos Ford.
Cuando me hablaban de él, siempre mencionan su amor por la marca Ford
Miguel García
LPWR Leader
Chihuahua
Mi abuelo paterno trabajó en Ford EUA (estudió y vivió allá). Trabajó en una posición equivalente a lo que actualmente es un STA. En una asignación a la CDMX, conoció a mi abuela, se casó con ella y se quedó a vivir en México.
No lo conocí, pues murió de cáncer cuando mi papá tenía nueve años, pero cuando me hablaba de él, siempre mencionaba su amor por la marca Ford.
Agradezco a mi papá que me haya motivado al compartirme sus experiencias…
Luis Martínez
TDE Engineer
Ciudad de México
Mi papá trabajó en CSAP, de 1965 a 1986. Él estuvo como operador-inspector en las áreas de maquinado y ensamble, su nombre es Sergio Martínez Figueroa.
Tengo muchos recuerdos hermosos de esa época y hay dos que atesoro mucho: El primero es que los días 6 de enero íbamos al Circo Atayde en la Arena México a la función especial para la gente de Ford. A la entrada, nos regalaban muchísimos dulces y en el intermedio rifaban autos, una vez mi hermano se bajó a cantar con Chuchín, sólo de recordar se me han rodado las lágrimas.
El segundo es de cuando hacían open house. Ponían juegos mecánicos (caballitos, carros chocones y una rueda de la fortuna), ofrecían comida, refrescos, paletas de hielo, dulces y lo que más me gustaba: el paseo por el interior de la Planta. Para mí era una experiencia súper padre porque, de verdad, yo veía a mi papá como mi héroe (y lo sigo viendo así). Cuando mi papá salió de Ford, yo apenas tenía 15 años y todavía no tenía edad para trabajar aquí. Pasaron los años y hoy agradezco a Dios por esta oportunidad, y le agradezco a mi papá que me haya motivado al compartirme sus experiencias de cuando había fundición de componentes, maquinado y ensamble de motores.
Este año tuve la fortuna enorme de haber traído a mi familia al open house, y espero que mi hijo (que tiene apenas 12 años) llegue a sentirse orgulloso de pertenecer a esta gran familia, la Familia Ford Motor Company.
Los dejo con mi perspectiva de un hombre que ha luchado toda su vida, que me inspiró a hacer las cosas bien, con amor y a disfrutarlas…
Giancarlo Geremia
Finance Supervisor
Ciudad de México
La historia de mi padre es poco convencional. No puedo solo contar su historia a través de sus ojos ya que, siendo el último de sus siete hijos y, único hijo de un segundo matrimonio, existieron muchas anécdotas que recibí de otros. La diferencia en edad siempre fue un tema relevante al contar su historia ya que, llevándome más de 50 años, bien pudo ser mi abuelo.
Hoy pienso en él con alegría, a pesar de que el Alzheimer le ha quitado mucho. Fue el menor de siete hermanos y, en plena segunda guerra mundial tuvo que lidiar con la muerte a temprana edad. Sufrió una enfermedad respiratoria que casi le cuesta la vida y los horrores de vivir una guerra, pero llegó a tener una infancia llena de aventuras y travesuras en un pequeño pueblo italiano.
En sus años de juventud y sin una educación más allá de la primaria le llegó la decisión de dedicarse a los campos de kiwi de su familia o conseguir un trabajo. Lo dejó a la suerte y consiguió trabajo en una empresa que realizaba maquinaria para pasta.
Aprendió de ingeniería a partir de observar a otros y fue enviado a México en sus veintes para colocar maquinaria en Monterrey. En ese entonces un vuelo no tomaba 20 horas, sino varios días y varias escalas (¡tardó tanto en llegar a México que ya lo daban por muerto!).
Una vez en nuestro país, la suerte tocó nuevamente a su puerta. Desde la ciudad de Toluca lo mandaron llamar para que ayudara con una empresa pequeña al borde de la quiebra llamada “La Moderna”.
Al cabo de un tiempo le ofrecieron trabajo, el resto es historia. Trabajó más de 50 años en esa empresa en un puesto equivalente a ser Director de Producción. Tenía un talento natural para la pasta, para lograr que las cosas se hicieran, un líder nato. Gracias a su dedicación y al talento de sus amistades llevó a una empresa, que estaba al borde de la quiebra, a ser la más relevante en producción de pasta en México.
Quise enfocar esta corta historia en el trabajo, pero si me preguntan, existen mil anécdotas más que contar y cientos de detalles que podrían llenar un libro con ellas. Los dejo con mi perspectiva de un hombre que ha luchado toda su vida, un hombre que lleva en cama ya cinco años más que la expectativa que le dieron en su momento y no se rinde. Un hombre que hizo historia en un país que no era el suyo. Un hombre que me inspiró a hacer las cosas bien, con amor y a disfrutarlas.
Un abrazo a mi padre que está en mi mente todos los días.
A lo largo de la vida de su hija, este súper héroe le fomentó su amor por la marca, ocasionando que cuando su hija creció buscó trabajo en esta gran empresa.…
Patricia Ramos
FCSD Coordinator
Ciudad de México
Esta no es la típica historia de un superhéroe que por un accidente nuclear o por venir de un planeta exterior tiene súper poderes como volar o una fuerza inigualable. Es la historia de un chico común procedente de una pequeña ciudad de Sinaloa, cuyo sueño siempre fue domar a una gran bestia.
Él trabajó muy fuerte para salir de las situaciones adversas que la vida le ponía, ya que en su mente solo estaba el domar esa gran bestia. Después de trabajar por muchos años, finalmente tuvo la posibilidad adquirir ese gran sueño que se había planteado desde pequeño.
Fue gracias a un Mustang 87 que conoció al amor de su vida y comenzaron una gran historia de amor que finalizó con dos grandiosos hijos, al crecer la familia tuvieron que cambiar al gran miembro de la familia por un vehículo familiar.
Compraron una Windstar, camioneta en la que vivieron grandes aventuras y gracias a los estándares de seguridad de este vehículo, la familia se salvó de un accidente que tuvieron.
A lo largo de la vida de su hija, este súper héroe le fomentó su amor por la marca, ocasionando así que cuando su hija creció buscara trabajar en esta gran empresa. El tiempo pasó y su hija logró entrar en la empresa que volvió realidad los sueños de un pequeño que no tuvo miedo de soñar en grande y llegar más lejos.
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