La compañía es la primera automotriz en integrar operarios con exoesqueletos en sus líneas de montaje.
Los trajes de Iron Man que usa Tony Stark, el personaje de películas de Marvel, ya son una realidad. Los llamados exoesqueletos no sirven para volar, pero son un paso firme en lo que se denomina la Cuarta Revolución Industrial. Una que implica tecnologías de automatización e intercambio de datos, y a la que se dirigen las corporaciones que buscan ser empresas 4.0.
La iniciativa es de la planta de producción de Ford de Valencia, España, en la que se fabrican vehículos como Kuga y Transit Connect. El proyecto responde a dar solución a problemas de salud laborales: en Europa los desórdenes musculares representan 61% de los padecimientos derivados del trabajo.
Durante el programa inicial de pruebas y desarrollo del exoesqueleto, los responsables de producción pidieron la opinión de cerca de 200 trabajadores sobre cómo uno de estos trajes podría mejorar su trabajo. Después, se seleccionó a 100 empleados que podrían ser los más beneficiados del uso de esta tecnología, que trabajaron codo con codo con los diseñadores de los dispositivos.
Los resultados fueron excelentes. Como afirmó Dale Wishnousky, vicepresidente de Fabricación de Ford Europa, “puede que parezca que los exoesqueletos son algo salido de una película de ciencia-ficción, pero pueden ayudar a reducir el estrés en nuestros empleados y facilitar la ejecución de trabajos físicamente exigentes”.
Con esto, la planta de Ford en España se convirtió en la primera del sector automotriz en integrar de manera total la tecnología en su proceso de producción. Los nueve exoesqueletos que se utilizan actualmente están fabricados con titanio y fibra de carbono y ayudan a operarios de la línea de montaje a levantar, mover o cargar cualquier objeto que pese más de tres kilos cuando están de pie en una postura forzada.
Además, los exoesqueletos ofrecen protección y apoyo contra cansancio y lesiones, al reducir la tensión y el esfuerzo de movimientos repetitivos que pueden pasar factura a lo largo del tiempo. Algo que avala Ramón Navarrete, quien trabaja montando interiores de vehículos. “Mi trabajo puede ser como ir al gimnasio, y tienes que estar realmente en forma para realizar algunas de las tareas. El exoesqueleto supone una gran diferencia, me siento mucho más fresco al final del turno de trabajo”.
El programa ha tenido tanto éxito que más de 20 trabajadores comenzarán a probar los exoesqueletos a partir de abril. Para Ford, se trata de una parte de las inversiones de la compañía hacia el objetivo de ser una empresa 4.0.
Etiquetas: Tecnología
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