Saltarse marchas es una práctica que se utiliza comúnmente y que debe realizarse bajo ciertos cuidados, sin embargo, en el caso de la primera marcha al momento de arrancar, las condiciones y recomendaciones son diferentes.
Algunas de las razones más comunes para saltarse la primera velocidad son debido a que al ser corta, tendría que cambiarse inmediatamente, lo que podría generar deterioro. Otra razón responde a la diferencia en la respuesta del torque en primera y segunda marcha: mientras que en la primera el torque es mayor, en la segunda se mantiene en un nivel medio, lo que supondría una mejor respuesta en terrenos resbaladizos, pues es menos probable que las ruedas patinen.
Aunque estas razones tienen puntos reales, también existen desventajas al no arrancar en primera velocidad:
• Desgaste del embrague.
• Desgaste en transmisión.
• Pérdida de torque.
La rotación del motor y de los engranes de la transmisión deben empatarse para acoplarse, por esta razón debemos presionar el pedal del clutch hasta que estén sincronizadas o de lo contrario se apagará el motor. En primera marcha, existe un lapso para soltar el clutch (normalmente cerca de los 10 km/h), sin embargo, dado que trabaja mejor a una velocidad mayor en segunda marcha debemos esperarnos hasta los 20 km/h para poder soltar el embrague. Este mayor lapso de accionamiento del clutch genera que ambos elementos patinen antes de acoplarse, por tanto, podría ocasionar mayor desgaste.